Hoy en dia televisión ya ha sido declarada algo anticuado. El televisor tiene un espectador pasivo, mientras que el mundo multimedia es un mundo interactivo y polivalente cuya máquina es un ordenador que recibe y transmite mensajes digitalizados.
Es una utilización estrictamente práctica, una utilización
para el entretenimiento y una utilización educativo cultural. Internet es una
diversión, la televisión resultará vencedora entre los “perezosos” o las
personas cansadas que prefieran el acto de mirar, mientras que Internet
triunfará entre los “activos”, los que quieran dialogar y buscar. Pero como las
realidades virtuales son juegos que no tienen probabilidades de convertirse en
realidades materiales, el negropontismo puede llegara generar, en un extremo,
un sentimiento de potencia alienado y frustrado, y en el extremo opuesto, un
público de eternos niños soñadores que transcurren toda la vida en mundos
imaginarios. La facilidad de la era digital representa la facilidad de la
droga.
La televisión seguirá siendo el centro -en detrimento de la
cibernavegación y de sus sirenas , ya que la televisión no tiene techo. Para
los demás inventos hay un techo. Internet produce saturación, y “ver
pasivamente” es más fácil y más cómodo que el acto de “ver activamente” de las
navegaciones cibernéticas. La televisión nos muestra una realidad que nos atañe
de verdad, mientras que el cibermundo nos enseña imágenes imaginarias.
Hacia finales del siglo XX, el homo sapiens ha entrado en
crisis, una crisis de pérdida de conocimiento y de capacidad de saber.
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